SUPERESPÍAS

Página dedicada a los SUPERESPIAS que han poblado de imagenes nuestras grandes y pequeñas pantallas.

UN POCO DE HISTORIA


El cine de espías, y con espías, es casi tan antiguo como el mismo cine, y la formula no ha cambiado demasiado desde los tiempos de FRITZ LANG hasta nuestros días. Y sin embargo es el único género que ha conseguido sobrevivir a modas y estilos gracias a una constante mutación con los otros géneros cinematográficos. Los espías se han dado la mano con la ciencia ficción, con la comedia, con el drama, con el terror, con el suspense, con el musical, con la pura astracanada… es un genero que puede llegar a ser muy trascendente o absolutamente cómico y salir siempre indemne.
Quizás deberíamos remontarnos al DR. MABUSE (El doctor Mabuse) 1922 Fritz Lang, como ideario tanto estético como de contenido sobre lo que posteriormente iría convirtiéndose en un genero en sí mismo. También los relatos seriados de DICK TRACY o CHARLIE CHAN pueden darnos pistas sobre los orígenes de filmes con héroes solitarios que arriesgan sus vidas por defender la paz en el mundo, y en donde toda clase de hampones y doctores locos intentan hacernos la vida mas difícil por sus ansias de poder. Sus arriesgadas aventuras, algunas veces rozando lo real y otras la más disparatada de las fantasías, podrían ser un claro ejemplo de lo que años mas tarde se convertiría en el más famoso de los agentes secretos: JAMES BOND.





Vamos a detenernos momentáneamente en el primer héroe cinematográfico que se definió como agente secreto y usando unas letras o números como nombre clave. Nos estamos refiriendo a SECRET AGENT X-9, 1937, dirigida por Ford Beebe y Clifford Smith, se trataba de un serial de 12 episodios, de veinte minutos, basado en un celebre “comic” ideado por dos hombres realmente interesantes: Dashiell Hammett que se encargó de crear al personaje y de escribir sus guiones mientras el maestro de la ilustración Alex Raymond dibujó las tiras diarias de "Secret Agent X-9" en el Evening Journal (periódico, por cierto, de W R Hearst, el que inspiró "Citizen Kane") a partir del 22 de enero de 1934, serie que el joven dibujante (contaba entonces 24 años) simultaneó con las planchas dominicales de Flash Gordon y Jim de la Jungla, y que se convirtieron en un autentico éxito.
Sin embargo, la magia del comic no se consiguió en su traslado al cine, pues la historia del agente secreto era absolutamente banal, ya que eran simples correrías en busca de unas joyas robadas al rey de Belgravia (¿?). En un momento en que los seriales que hacían autentico furor eran aventuras exóticas como las vividas por TARZAN o por FLASH GORDON, nuestro primer agente secreto resultaba algo ingenuo. De manera que no tuvo continuidad cinematográfica, hasta que alguien decidió recuperarlo en 1945 utilizando el mismo titulo: SECRET AGENT X-9, dirigida por Lewis D. Collins y Ray Taylor. También fueron 13 capítulos de 20 minutos, con el rostro de un joven LLOYD BRIDGES en la piel del agente Cardigan. Las historias en esta ocasión eran mas exóticas, llevando a nuestro protagonista desde la China hasta la Alemania Nazi, y eran más acordes con lo que se espera de un agente secreto, como ir en busca de una formula para abaratar el precio del gas oil, algo que en aquellos momentos de crisis era mas importante que el oro. Sin embargo tampoco esta nueva serie acabó de funcionar, y el agente Corrigan también llamado X-9 siguió existiendo solo sobre el papel.
Y un último referente en cuanto al nacimiento de los modernos agentes secretos, podríamos encontrarlo en la figura primero literaria y luego explotada, tanto cinematográficamente como televisivamente, hasta la saciedad. Se trata de Simón Templar también conocido como “El Santo”. Su autor Leslie Charteris (1907-1993) concibió a esta especie de investigador privado, colaborador con la policía, y finalmente espía, como un moderno Robin Hood que lucha contra el crimen organizado. Sus aventuras literarias fueron llevadas a la pantalla por primera vez en el film: “THE SAINT IN NEW YORK” 1938 Ben Holmes, y con el rostro de Louis Hayward en esta primera incursión fílmica. El éxito de esta película animó a sus productores con otras novelas del autor nacido en Singapur pero nacionalizado ingles. Su pase a la televisión fue inminente y tras el estallido de los filmes de espías, se convirtió en un agente secreto algo especial, pues en realidad no dependía de ninguna organización concreta y actuaba como espía independiente. Otros actores que dieron vida a Simón Templar fueron: George Sanders, Hugh Sinclair, Félix Marten, Roger Moore (antes de convertirse en el agente 007), Jean Marais, Ian Ogilvy, Andrew Clarke, Simón Dutton y finalmente VAL KILMER.
También el DOCTOR MABUSE podría ser el primer asesino loco cinematográfico que dispone de una organización decidida a asustar al mundo con su ilimitado poder. Y el modelo de ese doctor paranoico, que en su día sirvió como toque de atención para desenmascarar a otras fuerzas de la oscuridad llamadas nazis, sigue vigente hoy en día en la figura de los NO o los BLOMFELD que van poblando las pantallas de los cines como si se trataran de modernos MORIARTYS, el eterno enemigo de Sherlock Holmes, el detective victoriano que visto desde una perspectiva de hoy tiene todas las trazas de un agente secreto del futuro.



Pero quizás la figura mas destaca de malvado cinematográfico, sobretodo en el apartado al que nos dedicamos de cine de serie B, fue el terrible FU MANCHU, cuya primera aparición cinematográfica: THE MYSTERIOUS DR. FU MANCHU es de 1929, dirigida por Rowland V. Lee, a partir de las celebradas novelas de Sax Rohmer. FU MANCHU tiene todas las trazas de personalidad que luego adaptaría, de forma más moderna, el DR. NO que creó Joseph Wiseman. Con FU MANCHU nace el primer villano/héroe del cine, pues ha sido sin duda el “malo” más popular y prolífico que ha dado la cinematografía. Sus maneras aristocráticas, frías, sádicas siendo inteligente y con gran talento, que pone a disposición del mal más absoluto. Lo curioso es que en las primeras novelas FU MANCHU, éste era una especie de agente secreto del gobierno chino... que al final decidió trabajar por cuenta propia. Manchu ha sido tan popular que su ultima aparición cinematográfica data de 1980 en una parodia interpretada por PETER SELLERS en un curioso doble cometido de FU MANCHU y de su constante perseguidor Neyland Smith en THE FIENDISH PLOT OF DR. FU MANCHU (El diabólico plan del Dr. Fu Manchu) y empezada a dirigir por Haggard y acabó el mismo Peter Sellers en su ultimo trabajo fílmico. Naturalmente nuestro inefable PAUL NASCHY también se disfrazó de Fu Manchu en un curioso cortometraje llamado LA HIJA DE FU MANCHU 1990 (Santiago Aguilar), lo que es la prueba definitiva de la importancia del criminal chino en el limbo de los mitos cinematográficos.



La figura de MATA-HARI, llevada al cine por Greta Garbo en 1931 y dirigida por George Fitzmaurice, ha servido de modelo a cuantas espías han surgido del celuloide desde entonces, y a la que curiosamente se vincula con el mas importante súper-agente cinematográfico –JAMES BOND- en el filme parodico “CASINO ROYALE”, al crear una hija de 007 llamada MATA-BOND en la figura de la actriz Joanna Pettet. Y, desde entonces, muchas heroínas y traidoras han circulado por películas de espionaje con ese aire enigmático, frió, sexy y también sofisticado con el que es recordada la espía alemana. Aunque en honor a la verdad no fue la primera espía cinematográfica que existió, ya que antes que ella estuvo MARLENE DIETRICH en “DISHONORED” (Fatalidad) (1931), Josef Von Sternberg, la dramática historia de una espía que traiciona a su país por amor


Las espías pueden tener muchísimas caras, aunque en el fondo todas se comportan de igual modo, desde un personaje francés del que se realizaron dos filmes: “LA CHATTE” (La Chatte) 1958 Henri Decoin, y “LA CHATTE SORT SES GRIFFES” (La Chatte afila sus garras) 1960 Henri Decoin, pasando por la Juanita de Córdoba (Karin Dor) de “TOPAZ” (Topaz) 1969 Alfred Hitchcock, o la fría Irina (Joanna Cassidy) de “THE FOUTH PROTOCOL” (El cuarto Protocolo) 1987 John Mackenzie, o las mas psicodélicas MODESTY BLAISE (“Modesty Blaise”)1966 Joseph Losey y “NIKITA” (Nikita, dura de matar) 1990 Luc Besson, hasta esa “ALIAS” (2001-2005) televisiva que con el bello rostro de Jennifer Garner y creación de J.J. Abrams, y que no es más que un compendio de todas ellas, ya que puede ser tan sádica como tierna, tan sofisticada como vulgar, tan fría como sentimental… pero sobretodo tan convencida de su cometido de espía como todas ellas. Algunas ejercieron de espías realistas y otras de súper-espías, pero la base del personaje ha sido siempre el mismo. Hay que dejar constancia de un bello film francés de 2008 "LES FEMMES DE L'OMBRE" (Espias en la sombra)de Jean-Paul Salomé, donde las espías resultan no solo atractivas (esplendida Sophie Marceau)sino creibles.

Naturalmente durante años las películas de espías, eran filmes vinculados a las guerras mundiales, y fueron realizadas con gran realismo dado la gravedad y dramatismo que se vivían en aquellos días. En este tipo de filmes, tuvieron sus mejores aportaciones el alemán FRITZ LANG y el ingles ALFRED HITCHCOCK con filmes como: “MAN HUNT” (1941), “HANGMEN ALSO DIE” (Los verdugos también mueren) (1943) “MINISTRY OF FEAR” (El Ministerio del miedo) (1944) y “CLOAK AND DAGGER” (Caballero y Clandestino –en su pase por TV-) de Lang o SPIONE (1928). Y “THE 39 STEPS” (39 escalones) 1935, “SECRET AGENT” (El agente secreto) 1936, “SABOTAGE” (La mujer solitaria) (1936), “THE LADY VANISHES” (Alarma en el expreso) 1938, “FOREING CORRESPONDENT” (Enviado especial) 1940, “SABOTEUR” (Sabotaje) 1942, “NOTORIUS” (Encadenados) 1946, y ya dentro de los llamados espías modernos: “THE MAN WHO KNEW TOO MUCH” (“El hombre que sabia demasiado”)1934 y 1956, “NORTH BY NORTHWEST” (Con la muerte en los talones) 1959, “TORN CURTAIN” (Cortina rasgada) 1966 y sobretodo la, para el que suscribe, una de las mejores películas de espías nunca filmadas: “TOPAZ” (Topaz) 1969, todas del mago Hitchcock. Estos filmes, con visiones tan distintas del mundo del espionaje, sirvieron de base e influencia durante años a los cientos de argumentos que sobre espías se irían filmando.

El mundo de los agentes secretos modernos hace su entrada a partir de acabada la 2ª guerra mundial, al crearse otra guerra también mundial, la conocida como “guerra fría”. Los espías ya no arriesgan su vida pasando a través de las líneas contrarias o jugando a ser amigos de sus enemigos, ahora en cambio se les ve guerreando por despachos, por minúsculos secretos, luchando por la hegemonía armamentista, por la influencia política entre Oriente y Occidente, por la desestabilización de pequeños países. Y es en este nuevo campo de operaciones cuando aparecen novelistas que describen con suma precisión la labor de estos anónimos funcionarios a cargo de Organizaciones Secretas estatales. Siglas como CIA o KGB se convierten en sinónimos de guerra sucia, de espionaje industrial a favor del régimen político de cada país. Ya no luchan contra un enemigo visible. Sus enemigos ahora son terroristas, carteles de droga, políticos sin escrúpulos, dictadores, organizaciones criminales y todo tipo de personajes que puedan pretender desestabilizar, ya no solo la paz mundial sino sobretodo, la economía de mercado, a través del petróleo, la droga o las armas.

John La Carre, Graham Green, León Uris… se convierten por meritos propios en los novelistas mas interesantes de este genero. Sus espías son gente normal, que intentan vivir de su trabajo como si fueran oficinistas normales y corrientes, pero que o bien descubren: a) que están siendo engañados y manipulados por su propio gobierno, o b) que el espionaje es, en el fondo, un gran negocio en el que lo que menos importa es salvaguardar la paz o al ciudadano.

No vamos a hacer aquí un estudio sobre este tipo de filmes que podríamos denominar como de realistas ya que necesitarían de otro volumen para ellos solos. Pero si nos gustaría recordar que, además de las nombradas, hay autenticas obras maestras del cine en general y del espionaje en concreto.

EJEMPLOS GRATIFICANTES

THE SPY IN BLACK 1939 (El espía negro) de Michael Powell es un relato en el que sobra la tontita historia de amor, pero que en todo lo referente al asunto del espionaje es casi perfecto. Cuenta de forma harto realista y sin maniqueísmos de buenos y malos la acción secreta que emprende un espía alemán (Conrad Veidt) en un puerto ingles para destruir su flota anclada allí. Powell consigue que ni Conrad Veidt sea un malo típico por el hecho se ser alemán, ni que los ingleses resulten tan “buenos”, todos son profesionales que arriesgan sus vidas en tiempo de guerra.




THE QUIET AMERICAN” (El americano tranquilo –en DVD-) 1958 Joseph L. Mankiewicz y su nueva versión de 2002 (El americano impasible) Phillip Noyce, donde un actor como MICHAEL CAINE vuelve a dar en la diana con otro film del genero y convirtiéndose en el actor que mas veces ha intervenido en películas de espías (realistas), además de sorprendernos con una nueva interpretación por la que llegó a estar nominado a los Oscar de Hollywood.





OUR MAN IN HAVANA” (Nuestro hombre en la Habana) 1959 Carol Reed. Sarcástica y brillante, pone en tela de juicio la autentica utilidad de los agentes secretos en tiempos de paz. Aquí deberíamos hacer mención de otro gran clásico, que aunque no sea estrictamente un filme de espías sí bebe de sus innegables influencias: “THE THIRD MAN” (El tercer hombre) 1949, también de Carol Reed, con un pletórico ORSON WELLES a la cabeza de un brillante reparto.




THE SPY WHO CAME IN FROM THE COLD” (El espia que surgió del frío) 1965 Martin Ritt. Primer Le Carré llevado a la pantalla y que significó un gran suceso a nivel mundial, justo en plena era “jamesbondiana”, gracias además del excelente guión, a la inquietante interpretación de Richard Burton.



THE DEADLY AFFAIR” (Llamada para el muerto) 1966 Sidney Lumet. Un filme intrigante lleno de suspense, con un final al estilo Hitchcock, dirigido por un Lumet en estado de gracia… y que jamás volvió a filmar un Le Carré, ni una película de espionaje, ya que “RUNNIG ON EMPTY” (Un lugar en ninguna parte) 1988 es más un drama familiar que un filme de espías.





A DANDY IN ASPIC (Sentencia para un dandy) 1968 Anthony Mann. Una historia casi kafkaiana en la que un espía tiene el encargo de matar a un compañero suyo, del que solo saben su nombre clave, acusado de ser un topo. Lo curioso es que asesino y victima resultan ser la misma persona. Rodada con un hiperrealismo casi asfixiante, solo se malogra por una estética demasiado deudora de su época –los 60- tan alejada del estilo de su fascinante director que por cierto falleció en pleno rodaje, acabando el filme su protagonista Laurence Harvey.



THE KREMLIN LETTER” (La carta del Kremlin) 1970 John Huston. Toda la mala baba hustoniana puesta al servicio de una complicada y a veces incomprensible historia de espionaje, con un final digno de figurar como uno de los mejores finales sorpresa cinematográficos. Grandes interpretaciones de Welles, Sanders (de homosexual travestido), Jagger, Kedrova, Von Sydow… y especialmente del siempre histriónico Richard Boone. Entre tantas estrellas el más anodino resulta ser su protagonista Patrick O’Neal luego reciclado en súper-espía en un film tan curioso y divertido como fallido: MATCHLESS (Sin rival) 1966 Alberto Lattuada.



También de John Huston, pero siguiendo esquemas mas clásicos y sobretodo mas comprensibles: THE MACKINTOSH MAN (El hombre de Mackintosh) 1973 significa su segunda aportación al mundo del espionaje secundado esta vez por un Paul Newman algo despistado, una Dominque Sanda casi perfecta y un James Mason impresionante.


THE HUMAN FACTOR” (El factor humano) 1979 Otto Preminguer, considerado un film fallido para los críticos del momento, pero del que seria necesario hacer una nueva revisión para darse cuenta de cómo se presenta el drama de conciencia que pueden llegar a tener los espías. Green, lo hace a través de su novela, y Preminguer con su ejemplar adaptación cinematográfica





THE IPCRESS FILE (Ipcress) 1965, Sidney J. Furie, FUNERAL IN BERLIN (Funeral en Berlin) 1966, Guy Hamilton y BILLION DOLLAR BRAIN (Un cerebro de un billón de dólares) 1967, Ken Russell. Son las tres aportaciones del agente secreto Harry Palmer, la otra cara de James Bond, instigada precisamente por uno de los productores de la saga del agente 007 Harry Saltzman. Perfecto como siempre Michael Caine, siguió años después poniéndose las gafas del agente Palmer en dos nuevos episodios para televisión, que en España fueron a parar directamente a las estanterías del video-club.



No podemos olvidar los filmes de JOHN FRANKENHEIMER, uno de los mas menospreciados directores americanos, pero también de los mas interesantes y personales surgidos de la generación de la televisión, capaz de crear joyas como: THE MANCHURIAN CANDIDATE (El mensajero del miedo) 1962. Un terrible filme en donde el espía es invisible y se aloja justo en la cabeza de un honorable y condecorado soldado gracias a un lavado de cerebro practicado por enemigos al régimen americano. Un excelente guión de George Axelrod dirigido con brío y firmeza, y que ha sido objeto de un remake, no menos interesante, en 2004 por Jonathan Demme.


Y sobretodo RONIN (Ronin) 1998 un arriesgado ejercicio practicado por un aviejado Frankenheimer pero con todas sus facultades al cien por cien. Mezcla ejemplar de cine de acción puro y suspense argumental. Los enfrentamientos interpretativos entre un ROBERT DENIRO apasionante y un JEAN RENO sorprendente realzan un film ya de por si interesante gracias también a la colaboración no acreditada en el guión de DAVID MAMET.


THE CONVERSATION (La conversación) 1974 Francis Ford Coppola. Contundente alegato anti-espionaje, en el que el mismo espía acaba cayendo en su propia trampa. Una película de difícil calificación en cuanto a género ya que si bien el protagonista Gene Hackman es un autentico espía, y un experto en tecnología avanzada, lo que nos acaba mostrando es su trágico mundo que le convierte en un ciudadano más con toda su paranoica soledad. En este sentido el plano final de la película es realmente revelador y dramático.




THREE DAYS OF THE CONDOR (Los tres días del cóndor) 1975 Sidney Pollack. Uno de los mejores filmes que se han realizado sobre la corrupción latente en todas las organizaciones secretas. El film tiene un arranque soberbio y consigue mantener el pulso hasta el final. La escena entre Robert Redford y Max Von Sydow es antológica.


Y quizás deberíamos destacar las películas de espionaje inspiradas en biografías o en episodios de la vida real como:



5 FINGERS (Operación Cicerón) 1952, Joseph L. Mankiewicz. Elyesa Bazna es el nombre del autentico Cicerón de la historia. Una obra que destila un cinismo muy acorde con su director. Obra imprescindible no solo para los amantes de los filmes de espionaje sino también para los amantes del buen cine. James Mason resulta un perfecto gentleman estafador, aventurero y por supuesto espía, doble espía, topo y hasta contra topo, si es que esta denominación existe.





CANARIS (El almirante Canaris) 1954 Alfred Weidenmann. Biografía a favor del almirante Canaris, que llego a ser jefe de los servicios secretos al mando directo de Hitler y que tuvo una notable participación en la decisión de Franco de no entrar en la guerra como aliado de los alemanes. Vemos a lo largo del filme como lentamente se va desilusionando de las posturas extremas del Fhürer y sus allegados, convirtiéndose en un topo al servicio de los enemigos de su patria, preparando, incluso, un plan para acabar con Hitler. Naturalmente fue descubierto y convertido en mártir tras su ejecución. Un film falto de pasión y demasiado decantado a exaltar la figura del protagonista, pero que explica muy bien como alguien tan implicado en una absurda y sangrienta guerra pudo despertar de repente a la realidad de lo que ocurría a su alrededor.



THE COUNTERFEIT TRAITOR (Espía por mandato) 1962 George Seaton. A pesar de una dirección algo anodina, la historial real de Eric Erickson, un importante empresario sueco del petróleo, que a través del chantaje a que es sometido por parte de los servicios secretos ingleses se transforma en un espía que se vale de sus contactos alemanes para ir pasando información privilegiada. La sobriedad de William Holden, el cinismo de Hugh Griffith y la belleza serena de Lilli Palmer son bazas importantes para seguir con bastante interés las casi dos horas y media que dura el filme.



MATA-HARI (Mata-Hari espía H-21) (1964) de Jean-Louis Richard, es una especial recreación de la vida de la famosa espía alemana, de origen holandés, escrita y producida por François Truffaut. Tiene ese aire real, pero con toques vodevilescos –la escena de cama con un joven Trintignant- y con un trasfondo absolutamente melodramático. El filme no fue un éxito precisamente, sin embargo el tiempo ha jugado a su favor, y hoy puede verse con autentica simpatía, como si el director hubiera sido el mismo fundador de la “nouvelle-vague y no su ayudante Richard.



TRIPLE CROSS (Triple Cross) 1967, Terence Young. Eddie Chapman es quizás el más famoso de los espías reales que han poblado el mundo de la novela, ya que su historia y sus aventuras parecen casi de ficción. El film dirigido por el artífice de James Bond cinco años después, crea un estilo y una atmósfera ciertamente sofocante y realista, ayudado por un espectacular elenco, con el siempre eficaz CHRISTOPHER PLUMMER en la piel del biografiado. Sin embargo su éxito no igualó ni por asomo a los filmes que dirigió sobre el agente 007.



Las novelas de Tom Clacy nos trajeron, tras la caída del muro, nuevos conflictos con los que hacer trabajar a los espías modernos. Así las aventuras de Jack Ryan se mueven entre conflictos internacionales: THE HUNT FOR RED OCTOBER (La caza del Octubre Rojo) 1990 John Mc Tiernan. Organizaciones terroristas independentistas como el IRA: PATRIOT GAMES (Juego de patriotas) 1992, Phillip Noyce. Enfrentamientos políticos con el mundo de la droga: CLEAR AND PRESENT DANGER (Peligro inminente) 1994 Phillip Noyce, o los peligros atómicos en el tercer mundo: THE SUM OF ALL FEARS (Pánico nuclear) 2002 Phil Alden Robinson. Sus avatares se mueven siempre en una visión realista del oficio de espía y ante unos conflictos posibles, por reales, que nuestra era ha ido creando.



Pero no quisiera despedirme de este apartado sin mencionar una serie de televisión –en realidad 2- que significó una dignificación del espía a nivel popular, su nombre fue: “DANGER MAN” (Agente secreto) Se emitió durante las temporadas 1964-66 y su protagonista fue PATRICK Mc GOOHAN que encarnaba al agente John Drake. Cada capitulo significaba una vuelta de tuerca al mundo del espionaje desde su vertiente mas dura y realista. Y cuando Mc Goohan no quiso continuar con la serie por cansancio y por que pensaba que las historias iban convirtiéndose cada vez más en algo inverosímil, él mismo creó, produjo, escribió y dirigió una nueva serie que fue una inconfesa, pero evidente, continuación de la antigua, pero dándole una vuelta de 180 grados, su titulo: “THE PRISONER” (El prisionero) 1966-67. El esquema argumental es, en teoría, muy simple: un agente secreto renuncia a seguir con su trabajo, pero es secuestrado y confinado a un sitio –un pueblo- en donde todos son ex espías prisioneros y del que no pueden escapar. Sin embargo el desarrollo de cada capitulo es ejemplar, ya que la situación es absolutamente Kafkiana desde el decorado, el vestuario, la interpretación, la realización e incluso los diálogos, pero el conjunto acaba resultando terriblemente simbólico y realista, en él se ejemplifica la eterna cuestión de que todos somos prisioneros de algo de lo que no podemos desprendernos. La serie fue recibida en su día con autentica perplejidad, y anulada al cabo de 13 episodios, pero la huella que dejó en los telespectadores que la siguieron fue profunda, y al poco tiempo se volvió a emitir consiguiendo cada vez mas adeptos, hasta convertirse en la serie mas valorada, mítica y al tiempo maldita de cuantas se hayan emitido nunca. En España también se pasó en su día consiguiendo un excelente éxito y creando un sinfín de seguidores que a buen seguro estarán encantados de que por fin se haya editado en DVD, para comprobar que hoy en día sigue siendo una “rara avis” del mundo televisivo.

LA INDUSTRIA CINEMATOGRAFICA




Como hemos dicho, no es este el sitio en el que vamos a hablar del alambicado mundo de los espías reales a través del cine, sino de sus sucedáneos, estos que nacieron a partir de 1962, año en el que se estrena el primero de los Bond: DR. NO (Agente 007 contra el Dr. No) Terence Young. Es a partir de ese gran suceso mundial que se esparcen por todo el mundo miles de agentes secretos cinematográficos con siglas imposibles que siguiendo el modelo impuesto por Sean Connery intentan alcanzar su rincón en la gloria cinematográfica. Solo entre 1964 y 1967, época del máximo apogeo, se llegaron a rodar más de 500 películas con características similares… Sin embargo esa moda que nace de forma inmediata también se diluye rápidamente y en 1969 a penas se ruedan un par de pseudo-bonds.

Las causas habría que buscarlas en las pequeñas productoras de países como Italia, España, Francia o Alemania acostumbradas a constantes co-producciones de filmes de género. Y que en 1962 ven acabar el filón de los “peplums”, de los que tan bien vivían, y prueban suerte con este nuevo tipo de filmes en donde pueden seguir colaborando entre distintas nacionalidades, ahora incluso con más justificación ya que los agentes secretos suelen moverse por varios países y enfrentarse a enemigos de distintas procedencias. Como dato curioso, constatar que a este filón, siguió otro dedicado al “western” que duro bastantes años. A las películas del “Oeste” americano le sucedió la moda de los “giallos”, esas películas medio de terror/medio suspense con toda clase de asesinos y asesinas acechando por las calles a media noche, gracias al enorme éxito de las primeras películas de Dario Argento. Y estas estrechas colaboraciones entre productoras europeas terminaron con el ultimo gran negocio que descubrieron gracias al éxito del filme EMMANUELLE (Emmanuelle) 1974, Just Jaeckin, y que consistía en escribir guiones (¿?) en los que hubieran cientos de excusas para desnudar a cuanta señorita apareciera por la pantalla… naturalmente este genero “erótico”, desembocó en lo que hoy conocemos como “porno” y acabó, en cierto modo, con el negocio de las co-producciones de serie B.


Al filón de los filmes pseudo-bonds, que duró cerca de diez años, le faltó quizás, el director, o el productor que diese un giro a la estética o al argumento, tal como ocurrió solo dos años mas tarde con el spaghetti-western, donde la visión de un Sergio Leone revolucionó un genero hasta aquel momento estancado. Aunque quizás seria mejor decir que fueron Terence Young y sus productores quienes dieron ese golpe de timón al crear el que ya seria el agente secreto mas famoso del mundo, y que cambió un tipo de filmes absolutamente en desuso después de la segunda guerra mundial, y que se habían convertido en reflejo de una triste realidad sin ningún tipo de atractivo para el gran publico que suele llenar las salas de cine.

Pero, insistiendo en el tema, en los “spaghetti-western” ya que aunque fuera a la sombra de Leone, allí sí surgieron auténticos especialistas que crearon películas de factura mas que interesante como Sergio Sollima o Sergio Corbucci -entre otros- sin embargo, estos mismo realizadores no estuvieron a la misma altura cuando abordaron el tema del súper-espía, limitándose a fotografiar –casi siempre en scope- peleas y persecuciones en ambientes exóticos con actores de cartón piedra, argumentos de ciencia ficción -incluso los que no lo pretenden lo son- y un montón de chicas guapas que solo sirven de complemento al héroe de turno. Ni siquiera aparece en este tipo de producciones un actor emblemático como surgieron -por seguir con la comparación- en los westerns europeos –aunque también curiosamente esos mismos actores eran los que aparecían simultáneamente en los dos géneros casi sin tiempo a asimilarlo. Y, aunque se intentó todo para crear una industria que tuviera continuidad durante mas tiempo del que duró, no se consiguió, quizás porque las películas no tuvieron detrás ni los actores, ni los guionistas, ni los directores idóneos, y hoy solo puede contemplarse como un “boom” cinematográfico que permitió a la industria moverse con cierta tranquilidad económica durante los años que existió.

Aunque quizás no deberíamos generalizar tanto ya que, como luego veremos, sí surgieron de forma esporádica algunos directores o títulos con cierto interés. Sin embargo su ejemplo no tuvo continuidad y ya en los años 70 el genero de los súper-espías había prácticamente desaparecido, con la honrosa excepción de JAMES BOND, que aunque en 1967 se teme que sufra una definitiva desaparición, aun vuelve a exhalar un nuevo respiro en 1971 para cambiar de forma definitiva en 1973 con la incorporación de Roger Moore y crear unos nuevos elementos en los planteamientos de producción.
Tal vez fuera la aglomeración de tantos filmes de agentes secretos de 2ª la causa de esos nuevos aires que consiguieron mantener a la mas longeva de las series cinematográficas. La prioridad de la acción pura y dura frente a las historias mas o menos interesantes de las novelas de Ian Fleming, la incorporación de nuevos villanos y chicas distintas en cada episodio, las localizaciones de exteriores, el soterrado sentido del humor del agente Bond/Moore, unas composiciones musicales de cantantes archi-famosos y esos constantes “gadgets” que ya son marca de la casa Bond fueron las decisiones que consiguieron mantener a flote al agente 007. Porque a decir verdad, muy pocos espectadores, a menos que sean fanáticos de James Bond, podrán recordar los argumentos de los filmes del 007 mas allá de las 3 o 4 primeras películas. Todas parecen cortadas por el mismo patrón. Así acabamos recordando los títulos de la serie más por sus actores, o sus canciones, que por sus historias. ¿Quién recuerda algo de “Octopussy”?, por ejemplo… y no digamos ya de “Licencia para matar” con un soseras Timothy Dalton que a punto estuvo de acabar con la serie. La realidad, al margen de fans y estudiosos, es que el publico sigue acudiendo a ver los filmes de James Bond por lo que de mito significan, más que por el interés de dejarse envolver con una emocionante historia como la que planteaba “Desde Rusia con Amor”, en la que se partía de una base de posible realidad y conseguía mantener una emoción y un suspense constante.


Pero los pseudo-bonds al igual que los “peplums” y los “giallos”, mas allá de sus mas o menos valores artísticos, significaron la posibilidad de mantener la industria cinematográfica, gracias a que todavía existía una gran demanda de filmes digamos de serie B (aunque personalmente prefiero llamarlos como lo que realmente eran: películas populares), que servían para que el espectador pudiera evadirse de sus problemas cotidianos y vivir aventuras en parajes exóticos, con chicas impresionantes y con esas dosis de exageración y humor que solo el cine industrial puede ofrecernos. También era la manera de que directores, que luego podían realizar películas más personales, adquirieran una experiencia práctica, así SERGIO LEONE, CLAUDE CHABROL, YVES BOISSET, CLAUDE SAUTET... y otros tuvieron su primera oportunidad en este tipo de co-producciones.

Sirva también este estudio para recordar las miles de aventuras que vivieron espías de todas las nacionalidades ante nuestras narices con un desparpajo y una falta total de complejos y de pudor -todo hay que decirlo- que en el fondo son la base para disfrutar de esos filmes que nos retrotraen al olor de los cines de “sesión continua” y que ya forman parte de la nostalgia cinematográfica, esa nostalgia que hace que revaloricemos un tipo de cine intrascendente pero necesario y con gran encanto, en unos tiempos en que no había mas distracción, que divertirse en la oscuridad de los cines soñando en ser superhéroes y que mas allá de nuestra gris rutina podíamos vivir aventuras increíbles al lado del James Bond de turno.

Y como dato puramente estadistico destaquemos que en nuestro país los filmes de Bond llegaron a tener una media de 2.000.000 de espectadores, y los de pseudo-espías congregaban una media de entre 1.000.000 y 600.000 espectadores por película, lo que pone de manifiesto lo boyante del genero y la industria.

JUSTO ANTES DE BOND, DE JAMES BOND

Antes del agente 007 ya había una vida llena de secretos, armas nucleares, microfilmes, sabios locos y terroristas saboteadores que estaban caldeando el ambiente.

Francia que acababa de vivir el asedio de los alemanes y que se había salvado, en parte, gracias a la resistencia y a sus espías infiltrados, le cogió cierto apego a las historias de espías, sobretodo si los villanos eran ex-nazis con ansias de poder. Estas historias, escritas en su mayor parte por novelistas entonces anónimos, acabaron teniendo un gran éxito, y los escritores se veían en la necesidad de ir mejorando no solo su estilo sino en la creación de personajes con los que el lector acabara identificándose. Inglaterra y Estados Unidos han sido quizás, junto a Francia los países del mundo con más tradición en novelas y películas de espionaje, aunque algunas de ellas estuvieran más cerca del “film noir” o el policíaco, que de las películas que después de “DR. NO” se filmarían.

También la actualidad de los periódicos de la época descubrió la existencia de una dependencia dedicada a investigar asuntos relacionados con el espionaje moderno en Francia. Este departamento se conoció como “Deuxieme Bureau” (2º Despacho) y se convirtió en una referencia constante en novelas y películas de la época. Hasta el punto de crear toda una serie de filmes que llevaban el nombre de "2em Bureau" en su titulo y se dedicaban a crear historias alrededor de este equipo especial de agentes secretos, al mando de los que estaba el actor FRANK VILLARD, así se filmaron títulos como: “ALERTE AU 2em BUREAU” (1956) Jean Stelli, “2em BUREAU CONTRE INCONNU” (1957) Jean Stelli, “RAPT AU 2em BUREAU” (1959) Jean Stelli y “2em BUREAU CONTRE TERRORISTES” (1961) Jean Stelli. Estos filmes eran absolutamente de consumo interior y nunca conocieron una distribución más allá de países francófonos. Sin embargo vinieron a confirmar el interés que el público francés sentía por los temas derivados del espionaje moderno.

Otro de los primeros agentes secretos franceses de la era moderna fue el llamado OSS 117, y sus aventuras fueron escritas por Jean Bruce (en realidad Jean Brochet) -todo un aventurero- a partir de 1949. Hubert Bonisseur de La Bath es el agente OSS 117, cuyas siglas significan que es el número 117 de la Oficina de Servicios Secretos (Estratégicos, si mantenemos la versión literal: Office of Strategic Service). Agencia que fue mas tarde remplazada por la llamada: CIA (Central Intelligence Agency),y en donde nuestro personaje obtuvo el grado de Coronel tras la desintegración de la OSS. Y aún más tarde pasaria a prestar servicios en la NSC (National Security Council). Todo por seguir manteniendo en activo a nuestro particular espía.


Lo curioso de estas novelas es que cuando Jean Bruce murió en 1962, justo al mes de haber empezado el rodaje de la primera película sobre su agente secreto, su esposa Josette 3 años mas tarde continuaría escribiendo la saga gracias a la insistencia de su editor. El éxito literario se mantuvo hasta 1985 cuando Josette dejo de escribir sobre OSS 117. Pero en 1987 Françoise y Martine Bruce (hijos de Jean y Josette) vuelven a crear nuevas aventuras literarias del espía Hubert Bonisseur que se mantuvieron hasta 1992. Así, hasta un total de 255 novelas están centradas en este personaje, escritas, nunca mejor dicho, en familia.

Otro personaje literario “Francis COPLAN”, ya filma su primera película como agente secreto en 1957 con “ACTION IMMEDIATE” (acción inmediata) de Maurice Labro. Coplan partía de un relato de serie B escrito por dos belgas -Gastón Van den Panhuyse y Jean Libert- bajo el seudónimo de PAUL KENNY. Su baza, además de la leve intriga, eran los actores que intervenian: HENRY VIDAL, un galán muy de moda en Francia pero que murió prematuramente en 1959 cuando solo contaba 40 años, y LINO VENTURA un actor que empezaba a despuntar gracias a un potente físico de ex boxeador y a las dos apariciones al lado del gran JEAN GABIN en policíacos de gran éxito -TOUCHEZ PAS LE GRISBI (No tocar la pasta) 1954 Jacques Becker, y RAZZIA SUR LE CHNOUFF 1955 Henri Decoin, donde por cierto interpretaba a un tipo llamado “El catalán”-.

El agente COPLAN siguió su camino literario convirtiéndose en un autentico héroe de papel. Sin embargo sus aventuras cinematográficas desaparecieron después de la primera película. Y fue gracias al éxito de los primeros filmes de Bond que volvió a las pantallas en 1964 –siete años después de “Acción Inmediata”- y se quedó durante una buena temporada.

Coplan nace literariamente en 1953 con la novela titulada: “INDICATIF FX-18” y es en este mismo año también que IAN FLEMING publica su primer libro sobre James Bond: CASINO ROYALE. De modo que nadie pudo decir que alguno de los dos copiara al otro o se influenciara. Y, sin embargo, los dos héroes son muy parecidos, aunque esta coincidencia pueda deberse también al momento coyuntural de la época en que se escribieron. Y aún así COPLAN fue primero que James Bond en el cine…. Pero no en televisión. Ya que en 1954 CASINO ROYALE tuvo su adaptación para una serie llamada “CLIMAX” con la intención de que se convirtiera en una teleserie de acción. Pero el telefilme no funcionó y BARRY NELSON –el actor que encarnó a Bond- siguió dedicándose al teatro donde fue el protagonista de los mayores éxitos de Broadway durante años, e incluso fue nominado al premio Tony como mejor actor por el musical THE ACT al lado de Liza Minnelli y dirigido por Martín Scorsese, y al que Kubrick recuperó en 1980 para una breve aparición en su macabro THE SHINING (El resplandor).

Pero sigamos con COPLAN. A pesar del éxito obtenido con la primera película, el agente X-13 no vuelve a aparecer hasta 1964, en plena locura bondiana. Al parecer la muerte de Henri Vidal hizo desistir a los productores de continuar con la saga al no poder contar con el rostro que todos identificaban con Francis Coplan. Algo que después no preocuparía absolutamente a nadie, pues Coplan cambiaría de rostro casi con cada película nueva que se rodaba sobre él.

También antes de 1962 obtienen un gran éxito de público las novelas escritas por Peter Chayney sobre agentes secretos, que son rápidamente llevadas al cine como la primera producción basada en uno de sus libros y que fue dirigida por HENRY HATHAWAY: “DIPLOMATIC COURIER” (Correo Diplomatico) (1952), y que también trataba el tema del espionaje.

La curiosidad esta en que Chayney era un escritor ingles, que fue adaptado por cineastas franceses e interpretadas por un actor americano: EDDIE CONSTANTINE. Su espía, Lemmy Caution, fue llevado al cine en 8 ocasiones, y el publico nunca consiguió distinguir cuando Constantine interpretaba a Caution o a cualquier otro detective o espía, su nombre estuvo siempre ligado al del personaje creado por Cheyney, hasta el punto que el mismísimo Jean-Luc Godard le dedicó uno de sus filmes mas ambiciosos: “LEMMY CONTRA ALPHAVILLE” (1965). Sin embargo tras la aparición de James Bond, también éste acabo desapareciendo frente al ímpetu del personaje creado por Fleming.

Y al mismo tiempo que Lemmy Caution aparecía en las pantallas otro héroe de Cheyney también se hacia un hueco cinematográfico, pero sin la misma repercusión. Se trataba del espía Callaghan, que se encarnó –en las películas francesas- en un actor teñido de rubio llamado Tony Wright. “PLUS DE WHISKY POUR CALLAGHAN” (1956), “ET PAR ICI LA SORTIE” (1957), “CALLAGHAN REMET ÇA” (1961) las tres de Willy Rozier y “RENDEZ-VOUS AVEC CALLAGHAN” (1957) un filme ingles dirigido e interpretado por D. de Marney, fueron las únicas incursiones de este personaje, que siguió viviendo numerosas aventuras solo en novelas de bolsillo.

Otro espía que cautivó al espectador cinematográfico francés fue el interpretado por PAUL MEURISSE y apodado: “Le Monocle” (El monóculo), este personaje, que hacía gala de un finísimo sentido del humor, se movía de maravilla entre los espías y la comedia, y a pesar de nacer –filmicamente- en 1962 (el mismo año de Dr. NO) sus antecedentes están más cercanos al tipo de cine que se hacía hasta entonces en Francia. Las aventuras de tan peculiar espía tuvieron tres oportunidades: “LE MONOCLE NOIR” (El monóculo negro) (1961) George Lautner, que obtuvo un notable éxito de publico, “L’OEIL DU MONOCLE” (1963) y “LE MONOCLE RIT JAUNE” (1964) las dos también de George Lautner.




“El Gorila”, fue el apodo del espía al que dio vida LINO VENTURA en “LE GORILLE VOUS SALUE BIEN” (El gorila os saluda) de Bernard Borderie, y que también fue un autentico suceso en Francia, lanzando a la fama definitivamente a su protagonista, que sin embargo no quiso repetir el personaje en el nuevo episodio que se filmó: “LE VALSE DU GORILLE” (Nido de espías) (1960) Bernard Borderie, cediendo la vez a un actor poco conocido, visto hasta entonces solo en personajes episódicos: ROGER HANIN. Este volvió ha encarnar al Gorila en un tercer y ultimo episodio: “LE GORILLA A MORDU L’ARCHEVEQUE” (El tren de la muerte) (1963) Maurice Labro.


ROGER HANIN fue un actor, al igual que EDDIE CONSTANTINE, encasillado durante años en películas de espías pseudo-bonds, y aunque compaginó personajes más o menos dramáticos o “serios” en otros filmes de espionaje más reales, se hizo popular por este tipo de filmes, ya que a “El Gorila”, le siguió otro espía también con apodo de animal: “El Tigre”, ya con una concepción mas cercana a los filmes del agente 007, y yo diría que abiertamente paródico. Ya más maduro volvió a la fama con una serie también de acción para la televisión francesa, que fue vista en el mundo entero: “EL COMISARIO NAVARRO”.

Para terminar este apartado que nos acerca a los prolegómenos de los filmes de espías modernos, un dato curioso, y es la incorporación –en un solo filme- de otro personaje con raíz literaria y con cierto parecido a otro héroe que era entonces muy popular: MR. SUZUKI (1960) Robert Vernay. A este nuevo espía se le conoció como el Charlie Chan francés, ya que era de origen oriental, pero ejerciendo en Francia. El filme pasó sin pena ni gloria por las pantallas y ni siquiera el buen hacer de Ivan Desny como protagonista achinado logró el reconocimiento del público. Así que ésta fué la primera y última vez que Mr. Suzuki apareció en las pantallas.

Como hemos visto, deberíamos dar la primacía a nuestros vecinos franceses en la creación de súper-agentes secretos para la gran pantalla antes de 007, y quizás no sería mucho suponer que el gran éxito alcanzado por estos filmes en Francia animaran a HARRY SALZMAN y ALBERT BROCCOLI a producir la primera aventura de James Bond en 1962.

EL PRIMER BOND, EL PRIMER SUPER-ESPIA

1962 marca el inicio de la era de los súper-espías modernos. Tras el estreno de “DR. NO” y su fulgurante éxito, los productores de pequeñas compañías siempre dispuestos a seguir los pasos de grandes sucesos, se dan prisa en ser los primeros en seguir la estela de este triunfo y aunque este mismo año se estrenan filmes que ya habían sido rodados con anterioridad y por lo tanto no podían saber lo que iba a ocurrir en el momento de su estreno, los primeros seguidores de Bond deberíamos encontrarlos en los años inmediatos. Así en 1963 tras el estreno de “FROM RUSSIA WITH LOVE” (Desde Rusia con amor) de Terence Young, -uno de los mejores Bonds nunca rodados- se confirma el enorme interés por esta continuación del agente 007 y ya empiezan a aparecer sucedáneos con idénticas formulas en los guiones, e incluso estéticos. Y es en 1964 con “GOLDFINGER” (James Bond contra Goldfinger) de Guy Hamilton, que la explosión se hace incontrolable, y cientos de espías empiezan a poblar las pantallas de todo el mundo.

Así en 1962 coinciden en la cartelera:

"DR. NO" (007 contra el Dr. No). Dirigida por Terence Young.

Poco se puede decir de esta primera incursión de Sean Connery en la piel de James Bond. Libros, artículos, gadgets, merchandising, reportajes y millones de fans en todo el mundo refrendan el gran éxito obtenido con unos elementos que de alguna manera marcan una gran diferencia con todas las películas de espías y agentes secretos realizadas hasta aquel momento. Paisajes espectaculares, grandes dosis de acción, mujeres hermosas, sofisticadas y sexys, violencia con ciertas gotitas de sadismo, algo de fantasía, fotografía de excelente factura, decorados monumentales, música comercial y sobretodo un bien estudiado guión, una producción que no escatima medios y un protagonista perfecto. Con estas bazas el director Terence Young organizó un cóctel explosivo que sigue vigente 40 años después. Porque, admitámoslo, los mejores filmes de James Bond fueron los primeros, y quien puso la labor y el estilo no fue otro que Young. Connery, secundado por Bernard Lee, Louis Maxwell, Ursula Andrés y Joseph Wisseman, crean unos personajes mil veces imitados pero nunca igualados en un filme que ya forma parte de la historia del cine.




“LE MONOCLE NOIR”. (El monoculo negro) George Lautner.

Estrenada en 1961 pero que continuaba en cartel en 1962. Ya desde el inicio el gran Bernard Blier nos anuncia de una manera absolutamente descarada y directa que el filme que vamos a ver no tiene nada que ver con la realidad, ya que en Francia no hay espías, sino agentes secretos. El mismo argumento es mas propio de una comedia policíaca que de una película de espionaje, a pesar de que su historia transcurre en un castillo en donde el Marques de Villeneuve organiza un encuentro entre espías -antiguos miembros de las SS- para resucitar el Tercer Reich. El filme estaba repleto de excelentes actores franceses como el nombrado Blier, Jacques Dufilho, Pierre Blanchar, etc… acompañados por la bella Elga Andersen, y el relato en el que se inspira obtuvo el premio “Quai des orfebres”. El personaje protagonista, un espía -perdón un agente secreto- es un tanto especial ya que en este episodio se hace pasar por ciego y utiliza un monóculo negro en un ojo, tuvo dos filmes más para seguir contando sus aventuras.




“ZURSCHEN SHANGAÏ UND SANKT-PAULI” de Wolfgang Schleif.

Es una tonta historia de espías, que se mezclan en un barco, cuyos marineros ignoran que son objeto de una extraña conspiración, y que acaba con todos cantando canciones patrióticas. Lo único destacable es el eterno malvado HORST FRANK como jefe de la banda de espías.









“HEISSER HAFER” (Espionaje en Hong-Kong), Jürgen Roland.

Interesantísimo film de espías al estilo de las películas de aventuras que la “trouppe” protagonista nos tenía acostumbrados. La historia trata de un periodista que a su llegada a Hong-Kong se encuentra en posesión de un micro-film. Un documento muy codiciado por espías y gángsteres que pondrán en jaque al periodista. Marianne Koch, el forzudo Brad Harris (el Sansón de los “peplums”), la maravillosa Dominique Boschero… y naturalmente repitiendo de malo Horst Frank. El filme podría parecer un sucedáneo de Bond, sino fuera por la fecha de su estreno. Escenario exótico, bellas mujeres, muchísima acción y un perverso canalla dispuesto a todo por un poco de poder.










“DER TEPPICH DES GRAUENS” (Terror en la noche), Harald Reinl.

Típica película alemana a mitad de camino de los filmes policíacos de Edgar Wallace y las cintas de espías reales, que a pesar de ser un filme co-producido por tres países transcurre en otro que no entra en la producción: Inglaterra. Trata de un agente del servicio secreto de Scotland Yard a la búsqueda de una banda de asesinos –en realidad espías- que causan el terror en Londres. El agente Harry Rafford esta encarnado por el sobrio actor alemán JOACHIM FUCHBERGER. Eleonora Rossi-Drago y Karin Dor animan el relato con su belleza. Correcta realización llevada con buen pulso, pero que vista hoy puede quedar algo anticuada





En el año 1963 reaparece un agente secreto que hace su segunda incursión en el limbo cinematográfico: se trata de OSS 117, y coincide con el mejor film de la serie James Bond. Es un año parco en agentes secretos, ya que los productores deben estar ocupados preparando el desembarco de sus propios espías. Solo Francia sigue con sus productos ya probados, sin acabar de mirar a 007 como un enemigo fílmico importante, exceptuando a OSS 117, que cambia de estilo y pone el ojo en el nuevo agente aparecido.

1963 es el año de:



“FROM RUSSIA WITH LOVE” (Desde Rusia con amor). Terence Young.

Con un principio absolutamente genial y lleno de trampas -esas dos caras del agente- Terence Young pone las bases definitivas de lo que será la serie a partir de ahora. Lo único malo es que no se siga la línea argumental marcada en este filme. La guerra fría con todas sus artimañas y consecuencias se ven en este viaje iniciatico que emprende 007 hacia más allá del telón de acero. Con momentos inolvidables como las dos peleas, la de las zíngaras, y la del tren. Con unos enemigos terribles, por reales, interpretados con absoluta convicción por LOTTE LENYA (la mujer de uno de los músicos modernos mas importantes que ha dado Alemania: Kurt Weill) y ROBERT SHAW. Con un PEDRO ARMENDARIZ, pletórico, irónico, juguetón, simpático e irremplazable, y la fría pero muy sexy DANIELA BIANCHI. Y naturalmente con un CONNERY que ya sabe el juego que esta jugando y empieza a explotarlo con autentica sabiduría.




HOT ENOUGH FOR JUNE / AGENT 8 3/4 (Demasiado calido para Junio) dirigida por Ralph Thomas

El primer atisbo de la autentica popularidad de 007 es esta película que juega a la comedia de espias utilizando parte de la iconografía bondiana e intentando darle la vuelta. La cinta es muy agradable de seguir y tiene ese humor ingles propio de la Ealing estudios. Su director era un artesano muy eficaz capaz de filmes como este en donde se destila bastante mala uva, o de engendros como la serie: “CARRY ON…”.Dirk Bogarde, un actor que empezaba a convertirse en nombre de culto, aportaba todo su sentido del humor y su evidente glamour a esta historia en la que un periodista se convierte en improvisado agente secreto para poder salir con vida de la gelida Checoslovaquia. Junto a él la siempre interesante Sylva Koscina y actores de la talla de Leo McKern o Robert Morley.




“A TOI DE FAIRE, MIGNONNE” (FBI frente a Scotland Yard), Bernard Borderie.

Nueva incursión de Lemmy Caution interpretado como de costumbre por Eddie Constantine. En esta ocasión la juerga –porque los filmes eran eso, un gran divertimento repleto de puñetazos- va de un científico desaparecido con una formula secreta para crear un nuevo tipo de fuel. En aquel momento ni Borderie, ni Constantine, no tenían ni idea de la avalancha de formulas secretas que llegarían a desaparecer, por eso seguían tomándose las novelas de Chayney en clave de humor… ¡pas mal!.







“L’OEIL DU MONOCLE”, George Lautner.

Siguiendo las aventuras del Comandante Dromard y potenciando el carácter irónico que el estilo de su creador -“Remy”- le dio, nos encontramos, en este nuevo episodio, en un pequeño pueblo cerca de Bonifacio, donde un sin fin de espías de diversas nacionalidades van en busca del oro que Hitler sacó de Alemania y que, teóricamente, esta escondido en alguna gruta de la costa. Más divertida que la anterior, tiene momentos francamente antológicos, como ver bailar un “twist” a Paul Meurisse sin perder su compostura aristocrática, o como este da un saltito cada vez que tira un disparo. Aquí el monóculo ya no es negro, ni se hace pasar por ciego, sino que lleva un sofisticado aparato ocular colgado del cuello y que utiliza a voluntad. Profusión de tiros y muertos. Una excelente y moderna fotografía hace de este capitulo el mejor de la serie, que por desgracia nunca llegó a España. Elga Andersen repite el personaje de Erika, la espía alemana, y se puede descubrir a una bellísima actriz llamada Gaia Germani.




“LE GORILLA A MORDU L’ARCHEVEQUE” (El tren de la muerte) Maurice Labro.

Tercera y última entrega de las aventuras del agente secreto apodado “El Gorila” interpretado por segunda vez por Roger Hanin, en un año algo intenso para él, ya que también estrena otro film de espías en clave realista: “LES ENEMIES” (Los enemigos) de Edouard Molinaro. En esta ocasión nuestro héroe es enviado a sustituir a un asesino que pretendía asesinar al jefe de un gobierno africano, para de este modo evitar que se construya el paso de un tren en una zona en la que están interesados una muy “especial” sociedad secreta. Al final nuestro espía lograra desbaratar todos los planes de la banda. Film negro (los franceses prefieren llamarle “polar”) lejos del sentido del humor de los dos primeros capítulos de la serie, tuvo un discreto paso por las pantallas y tras el éxito de James Bond nuestro “gorila” desapareció para siempre, quedando solo las novelas de Antoine Dominique en las que estaban basadas sus aventuras.





“L’HONORABLE STANISLAS, AGENT SECRET” (Agente Secreto) Jean-Claude Dudrumet.

Primera de las dos películas que hizo Jean Marais como el ex-agente secreto conocido como Stanislas, y que con gran sentido comercial se estrenó en España simplemente como: “AGENTE SECRETO” coincidiendo con el 2º Bond. Sin embargo la historia intenta seguir los derroteros de otros filmes franceses de gran éxito en todo el mundo como: “EL HOMBRE DE RIO” o las películas de Eddie Constantine, y no guarda ninguna similitud con los recientemente estrenados filmes de 007. Acción, puñetazos, comedia, humor, ironía y un actor muy querido por el publico francés y que entonces todavía era bastante exportable. Stanislas es un honrado publicitario que por un error se lleva la gabardina de un espia de un restaurante, justo cuando el hombre es asesinado. Stanislas es forzado a convertirse en agente secreto, y acaba siendo uno de los mejores.


Y aquí debemos abrir un gran paréntesis para crear todo un capitulo dedicado a un agente secreto que fue llevado 7 veces a la pantalla y 1 a la televisión y que pudo llegar a ser -y de hecho lo fue durante unos años- el único rival serio de nuestro admirado James Bond.